El matrimonio es la unión entre un hombre y una mujer, bajo el compromiso y consentimiento mutuo de vivir juntos según las enseñanzas de su fe.
En el Islam se les da participación a los familiares como consejeros cuando una persona busca un compañero de su vida. Y si bien los primeros contactos son hechos generalmente por los padres, la condición básica del consentimiento libre de los futuros cónyuges debe ser respetada.
El Profeta Muhammad (sala Allahu 3layhi w salam) aconsejo que la elección de los cónyuges sea basada en la castidad, decencia y religiosidad.
Dijo (sala Allahu 3layhi w salam): “No os caséis por la belleza porque quizás este sea luego la causa del declive moral, ni lo hagáis por la riqueza porque quizás esta sea luego la causa de la desobediencia. Casaos con quienes provengan de familias religiosas.” [1]
Y dijo también (sala Allahu 3layhi w salam): “Una mujer es desposada por cuatro razones: su riqueza, su linaje, su belleza y su religiosidad. Desposad a la religiosa, pues ello dará mayor seguridad al futuro de vuestro hogar.”[2]
Los roles de los esposos
El Islam, considerando las diferencias físicas y emocionales existentes entre el hombre y la mujer, asigno a cada cónyuge su rol.
El marido es el responsable de mantener a la familia, mientras que la esposa es responsable de los asuntos del hogar. Y aunque la esposa poseyera un mayor poder económico que su marido, bajo ningún punto de vista tiene la obligación de mantener a la familia, aunque puede hacerlo si así lo desea. El Islam no reconoce la dominación de un sexo sobre otro.
La ley islámica concede a la mujer el derecho a la propiedad y a la administración de sus propias ganancias, aun luego del matrimonio, pudiendo compartirlas con su marido, casada o soltera, es una persona en plena facultad de ejercer sus derechos.
La ley islámica precede a las modernas leyes occidentales en trece siglos, concediéndole a la mujer musulmana como eterna sirviente de la casa, sin espiritualidad, ni personalidad, sin intereses o desarrollo personal, no tiene ningún asidero en las enseñanzas islámicas. Hombres y mujeres son completamente iguales en términos de responsabilidad ante Allah (sub7ana w ta3ala). Sin embargo. Iguales no significa “las mismas responsabilidades”.
Aunque en la practica, en un hogar musulmán las mujeres realizan generalmente el trabajo domestico, este no es un requisito legal, normalmente proviene de que el marido es el responsable del sustento de la familia. Los hombres deben, sin embargo, ayudar a sus esposas en los quehaceres de la casa, siguiendo el ejemplo del Profeta (sala Allahu 3layhi w salam) que ayudaba a sus esposas y remendaba incluso su propia ropa.
Hombres y mujeres tienen la obligación de contribuir con la sociedad desarrollando sus aptitudes y habilidades, siempre dentro de los límites trazados por el Islam. La mujer cumple roles esenciales dentro de la sociedad en educación, medicina, asistencia social y religiosa. Durante la vida del Profeta (sala Allahu 3layhi w salam) las mujeres eran activas en la lucha contra el paganismo, participaban en la atención medica a enfermos, enseñaban a leer y escribir, y otras. A’isha (ra) esposa del Profeta (sala Allahu 3layhi w salam), era experta en jurisprudencia islámica.
Los esposos tienen la responsabilidad de satisfacer sus necesidades sexuales entre si y no debe existir ninguna relación extramatrimonial. El adulterio y la fornicacion no solo son pecados serios sino también, ante la ley islámica, un delito grave. La razón de esta prohibición es obvia; la destrucción de la familia como resultado del comportamiento irresponsable del adulterio y la fornicacion no solo son pecados serios sino también, ante la ley islámica, un delito, un delito grave. La razón de esta prohibición es obvia: la destrucción de la familia como resultado del comportamiento irresponsable del adulterio.
El Profeta (sala Allahu 3layhi w salam) desalentó todo cuanto pudiese llevar a la promiscuidad, diciendo:”La fornicacion del ojo es la mirada, la de la lengua es la palabra y la del pie es dirigirse a lo que Allah ha prohibido.” [3]
La Sunnah en la noche de boda
Es recomendable para la pareja orar dos rak’as [4] juntos en su noche de bodas.
Cuando Abu Sa’id (ra) contrajo matrimonio, ibn Mas’ud. Abu Dharr y Huhaifah (ra) le dijeron: “Cuando tu y tu esposa estéis a solas orad dos rak’as juntos, luego de ello pidele a Allah que te agrade con lo mejor de ella y te proteja del mal que pudiera haber en su alma”. [5]
Dijo el Profeta (sala Allahu 3layhi w salam): “Cuando vayáis a consumar el matrimonio poned la mano sobre la frente de vuestras esposas, mencionad l nombre de Allah (sub7ana w ta3ala), y decid: “!Oh, Allah! Te pido que me agracies con el bien que hay en ella, y con las virtudes que la has dotado; y me refugio en Ti del mal que hubiere en ella y de sus malas inclinaciones.: [6]
También, es recomendable decir antes de iniciar la relación sexual: en el nombre de Allah; ¡Oh, Señor! Aparta al Satanás de nosotros de cuanto nos concedas.” [7] [o sea, apártalo de nuestro hijo si nace de esta relación].
Dijo el Profeta (sala Allahu 3layhi w salam): “Luego de esta suplica, si Allah decreta para ellos un niño. Satanás nunca podrá perjudicarlo.” [8]
¿Cómo debe ser la relación marital?
La relación sexual es permitida en cualquier posición, siempre y cuando la penetración se realice por vía vaginal. Al respecto Allah (sub7ana w ta3ala) dice:
"Vuestras mujeres son como un campo de labranza, sembrad, pues vuestro campo [mantened relaciones con ella] de la manera que queráis." (La Vaca 2: 223)
El Profeta (sala Allahu 3layhi w salam) dijo: “De frente o de espalda, siempre que sea por la vagina.” [9]
Ibn ‘Abbâs (sala Allahu 3layhi w salam) relato que los Ansâr [10] que anteriormente habían sido politeístas y convivido con los judíos, solían mantener relaciones con sus esposas solamente de frente como lo hacían los judíos, a diferencia de los musulmanes de la ciudad de La Makkah quienes disfrutaban con sus mujeres de frente, de espaldas, o arrodillados. Cuando estos emigraron a Medina, uno de ellos tuvo problemas al contraer matrimonio con una musulmana de los Ansar, puesto que esta se negaba a tener relaciones en otra posición. Cuando esta disputa le fue transmitida al Profeta (sala Allahu 3layhi w salam), Allah le revelo la aleya mencionada.
[2] Bujari 5090, Muslim 1466
[3] Abu Daud 2152
[4] Unidad individual de Salah compuesta por: la lectura de Al Fatihah de pie, una inclinación y dos prosternaciones. Plural: Raka’at
[5] Ibn Abu Shaibah
[6] Abu Daud 2/248, Ibn Mayah 1/617
[7] Bujari 6/141, Muslim 2/1028
[8] Bujari 6/141, Muslim 2/1028
[9] Ahmad 1/268
[10] Socorredores. Habitantes de Medina que respondieron al llamado del Profeta (sws) y lo auxiliaron.
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